Hoy
quiero hablaros de un icono de la moda,
un artesano de unos zapatos únicos y exclusivos en el mundo.
Manolo Blahnik
Nació en
Santa Cruz de la Palma en el año 1942, de padre checo y madre española.
En 1965 después de estudiar literatura y
arquitectura en la Universidad de Génova, se mudo a Paris para estudiar arte en
la Universidad de Bellas Artes y en la Universidad del Louvre.
En 1968 se traslada a Londres donde
trabaja para una boutique de moda y a la vez escribe para Vogue Italia. A partir de ese momento, se
introduce en el mundo de la moda haciendo amistad con personajes como Eric
Boman o Paloma Picasso.
En 1971 por mediación de su amiga Paloma
Picasso conoce a Diana Vreeland, la editora de Vogue y se fue a New york a presentarla un boceto
donde había dibujos y diseños de sus zapatos. Asombrada por su talento convenció
a Blahnick que se dedicara al diseño de calzado.
Un año más
tarde en 1972 regreso a Londres
donde comenzó a diseñar y hacer zapatos para una boutique ingles muy prestigiosa
llamada Zapata. Y el diseñador Ossie Clarck lo contrata para que le diseñe
zapatos para uno de sus desfiles.
En 1973Blahnick compra la boutique
Zapata y en 1974 fue el primer hombre en aparecer en la portada de una revista concretamente
en el Vogue Inglaterra.
En 1978 lanza a la venta una colección para
la cadena estadounidense Blomingdales .
En 1979 abre su primera tienda en
Madison Av en Nueva York.
En 1980 diseña zapatos para el diseñador
estadounidense Perry Ellis, y en 1982 se asocia con George Malekemus quien se
encarga de gestionar sus tratos comerciales para la marca en EE.UU.
En 1984 diseña una línea de zapatos para
la línea ‘’Ready to wear’’ de Calvin Klein.
En 1987gana la nominación del
CFDA(Council of Fashion Designers of America).
En 1991 abre su primera tienda en Hong
Kong.
En 1992 trabaja con John Galiano creando
una línea de zapatos para Dior, también trabajo para Carolina Herrera y Oscar
de la Renta.
En el año 2000 llega a la cumbre del éxito tras
la participación de sus zapatos en la serie Sexo en Nueva York donde Sarah Jessica
Parker y su personaje Carrie Bradshaw se confiesan adictas a sus zapatos. y como icono clave sus zapatos azules de pedida.
En 2001 recibe el premio ‘’Aguja de Oro’’
en España y se convierte en el diseñador de Honor para la industria de Londres.
En 2002 recibe la Medalla de Oro en
Merito en las Bellas Artes de manos del rey de España Juan Carlos I.
En 2003 se convierte en el primer
diseñador a quien organizan una exhibición
en el Museo del Diseño de Londres.
En 2012 fue galadonado con el Premio Nacional de Moda .Y colaboró con la fima Tous ,haciendo un colgante de su prestigioso modelo Campari.
Hoy en día
no es fácil hacerse con un par de ‘’Manolos’’, varios meses pueden pasar desde
que la clienta solicite un zapato hasta que lo tenga en sus pies.
Manolo
Blanhnick a parte de diseñador es una artesano, sus zapatos tienen un proceso
de fabricación minucioso por eso se originan las listas de espera más largas
del mundo, pero los resultados merecen la pena porque sus zapatos gozan de gran
calidad y belleza.
Tras
plasmar en un papel el modelo que ha diseñado previamente en su cabeza, esculpe
su idea en un pedazo de madera. De ahí surge un molde de plástico en el que el
creador pinta ,recorta y pega a su gusto dando rienda suelta a su imaginación y
fantasía , mezclando texturas, colores y materiales de todo tipo, dejándose guiar
únicamente por su intuición artística y no por la moda de ese momento, eso es
lo que le hace original.
Una vez
hecho este prototipo este es destinado a la fábrica en Parabiago Italia donde
pasa por 50 procesos de producción por ello solo se realizan 80 pares al día.
Y es
precisamente en este trabajo manual donde está el encanto de los zapatos de
Manolo Blahnick cargados de una magia tan particular que los hace irresistibles
y codiciados.
De ahí viene
la frase’’ La vida se ve mejor desde un
par de Manolos’’.
Los
precios de sus zapatos oscilan entre 1100€ los más baratos y 6000 los más exclusivos,
sus tacones rondan los 20 cm de altura y se han convertido en un objeto muy preciado
por buena parte de la jet set mundial.
El
secreto de estas piezas de arte es que mezcla feminidad, sensualidad y
originalidad reúnen todos los requisitos que una mujer busca en el calzado
perfecto para ella.
Yo
personalmente voy a empezar a ahorrar porque aunque sea una vez en la vida
quiero comprarme unos Manolos a ver qué tal se ve la vida desde allí jajá.
Acabo
con una bonita frase de Manolo Blahnick:
‘’Me gusta saber que hago zapatos que son
una fuente de alegría’’.
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